Pero a veces las cosas se acomodan de formas muy extrañas (o exactas), pues ayer llegó a casa la pequeña Bruna, cuyo futuro no pintaba nada bien (iban a tirarla a la basura). Ahora los sentimientos se entrelazan, sigo muy triste por la partida de mi Petus, pero Bruna es pequeñita y necesita mucha atención, así que me mantengo ocupada y me ayuda a lidiar con la pérdida, además de que es muy cariñosa y juguetona. Una de mis sobrinas me dijo que cuando perdemos un perrito, es porque va a llegar otro que nos necesita, de verdad que ahora lo creo, Petunia tuvo una vida feliz, llena de mimos, fue una perruchita amada; le ha dejado su lugar a una cachorrita que necesitaba una oportunidad de vivir, un hogar, y mucho amor.
Petunia
Bruna